KONPIRA-SAN

y sus 1.368 escalones

Martes, 8 de Octubre de 2013

Kotohira es una ciudad pequeña y nuestro ryokan estaba situado muy cerca del Konpira-san, con lo que antes de hacer el check-out en el ryokan y poner rumbo al Templo de Konpira, decidimos darnos un último baño en el onsen e ir al konbini a comprar algo para desayunar.

Para llegar a hasta la entrada del Konpira-san, se tiene que subir una empinada calle con 365 peldaños y tiendas de souvenirs y refrescos y udon por todos lados... y si, después de haber visitado el Templo entendemos el porqué de todas las tiendas, nosotros nos compramos una pequeña toalla con un gatito dibujado (^^) simplemente porque me hizo gracia, no porque pensara darle uso al poco rato... ¡qué calor!

Gonin Byakusho

El nombre formal de Konpira-san es Kotohira-gu y se dice que fue fundado durante el siglo I. Situado a 521 metros a medio camino de la cima del Monte Zozu, durante cientos de años Konpira-san fue una mezcla entre santuario sintoísta y templo budista, y no fue hasta la Restauración Meiji (1868) que fue declarado Santuario.

El primer monumento notable en el largo ascenso es la O-mon, una puerta de piedra. A la derecha, franqueada la puerta, se alza la Homotsu-kan (casa del tesoro). En los alrededores se instalan cinco vendedores de dulces tradicionales en mesas situadas bajo grandes parasoles blancos. Reciben el nombre de Gonin Byakusho (cinco granjeros), y son un símbolo de los tiempos antiguos, ya que se trata de los descendientes de las familias originales a las que se permitía comerciar en el recinto del santuario.

El Templo de los marineros

A medida que subes escalones, van apareciendo más templos pequeños y santuarios como el Shoin, una sala de recepciones construida en 1659 y el Asahino Yashiro (santuario del Sol Naciente), construido en 1837 y dedicado a Amaterasu, la diosa del sol; e incluso establos con caballos. Desde aquí, el breve y empinado tramo final lleva a la Gohonsha (sala Gohon) y el Ema-do (pabellón Ema), lleno de ofrendas marineras. Es curioso porque el Konpira-san es un templo dedicado a los marineros cuando está ubicado en lo alto de una montaña en una ciudad no costera.

Llegar hasta aquí supone haber subido 785 peldaños y desde esta altura, las vistas alcanzan hasta la costa y el Mar Interior. Aquí dimos una ofrenda al templo y cogimos un omikuji que una sacerdotisa nos tradujo "good luck!" :)

Por último, se puede seguir subiendo hasta completar los 1.368 peldaños y llegar al Oku-sha (santuario interior).

Nosotros, evidentemente, llegamos hasta el santuario interior... Y al llegar hasta arriba entendimos el porqué de todas aquellas tiendas vendiendo refrescos y toallitas! El camino es empinado y a través de la montaña, y hay que decir que apenas hay turistas que se animen a completar el recorrido, pero la verdad es que el camino es precioso y el pequeño templo con las vistas al final del recorrido valen la pena.

じゃーね こんぴらさん

La bajada de vuelta a Kotohira se hizo mucho más llevadera y enseguida estábamos en el coche, acalorados y mirando el mapa que nos llevaría hasta el Valle de Iya. Nos llevamos una grandísima impresión de Kotohira y de su famoso santuario. La peregrinación hasta la cima del Konpira-san es algo que repetiremos algún día.

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