De Honshu a Shikoku

atravesando el mar interior de Seto

Cruzando Awaji-shima, dirección Shikoku

Lunes, 7 de Octubre de 2013

Al salir de Kyoto pusimos rumbo a la más pequeña de las islas principales de Japón, Shikoku (四国).

Para llegar a hasta Shikoku cruzamos el puente colgante más largo del mundo, de 3,91 km de longitud, el Akashi Kaikyo-Ohashi, que conecta Honshu con Awaji-jima. De ahí atravesamos la pequeña isla de Awaji (淡路島), que según la tradición Shinto fue la primera isla de Japón que los dioses Izanami e Izanagi crearon hace miles de años. Esta isla también se recordará durante mucho tiempo porqué su zona norte fué el epicentro del enorme terremoto que en 1995 se cobró 6.000 vidas, la mayor parte de ellas en Kobe y alrededores. En el extremo sur de la isla, se encuentra el Gran Puente de Naruto, Naruto-Ohashi, que conecta la pequeña isla con Shikoku. Atravesar este puente es algo que, como buena fan de Naruto (serie de manga y anime), me hacía especial ilusión ^^

鳴門の渦潮 Naruto no uzushio

Naruto no uzushio o Remolinos de Naruto es un fenómeno natural que se da en las aguas entre la isla de Awaji y Tokushima. En este punto, las aguas del Mar Interior de Japón se mezclan con las del Océano Pacífico y ésto, unido al cambio de mareas, produce que el agua del mar bata las costas del estrecho canal de Naruto con tal fuerza que se forman unos fuertes remolinos.

Para admirarlos recorrimos a pie el Uzu-no-michi, una pasarela de 450 m que discurre por debajo de Naruto-Ohashi, y a 45m por encima de los remolinos. Este fenómeno ocurre dos veces al día y antes de ir es mejor mirar la previsión horaria para ese día, cosa que nosotros no hicimos >_< Llegamos a medio día, minutos después de que hubieran aparecido los remolinos de mayor tamaño, pero de todas formas entramos a la pasaela y pudimos observar pequeños remolinos desde los ventanales que hay en el suelo. Al salir, el hombre de la entrada nos regaló unas postales de los remolinos, para que nos llevarámos un recuerdo visual de ellos ^^

Al acabar la visita, pusimos rumbo a la ciudad de Kotohira, donde pasaríamos nuestra primera noche en la isla de Shikoku.

Kotohira y Konpira-san

La ciudad de Kotohira es conocida por poseer el mayor complejo de templos de toda la isla de Shikoku: el Templo de Konpira.

Konpira-san originariamente fue un templo dedicado al “guardián de los marinos”, pero después de la Restauración Meiji se convirtió en santuario. Situado a 521 metros a medio camino de la cima del monte Zozu, el santuario se encuentra al final de un largo camino, con 785 escalones hasta el santuario principal y un total de 1.368 escalones hasta el santuario interior.

Llegamos a Kotohira al anochecer y sabiendo que al día siguiente nos esperaba una dura peregrinación hasta lo alto de Konpira-san, esa noche optamos por relajarnos. Nos alojamos en un ryokan en Kotohira, disfrutamos de un baño privado en un onsen al aire libre con vistas a la ciudad y al monte Zozu, paseamos por la pequeña ciudad bordeando el río hasta la estación y acabamos cenando en un restaurante local brindando con sake.

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